El tiempo del visado en Filipinas se nos ha acabado y tenemos por delante unos 15 días hasta el siguiente país que tenemos prefijado (y que ya os contaremos que visita tan especial tenemos). Así que, hasta que llegue ese momento, nos hemos venido a conocer Camboya.

Camboya es un país ubicado en el sudeste de Asia, en la península de Indochina. Su historia se remonta al pasado, de la mano de imperios antiguos como el Imperio Khmer, hasta el periodo colonial bajo el dominio francés. Su historia reciente está marcada por su participación en la Guerra de Vietnam, país vecino, y los horribles años de la dictadura Jemer.

Nuestra primera parada es la ciudad de Siem Riep. Para llegar hasta ella, cogemos un bus desde la ciudad de Ho Chi Minh, en Vietnam, hasta Nom Penh, capital de Camboya. Una vez en Camboya, un bus nocturno con literas individuales (y millones de lucecitas de colores) nos lleva de la capital de Nom Penh hasta Siem Riep.

Llegamos a Siem Riep a las 6 de la mañana y vamos directamente al hostel Onederz Siem Reap en el que estaremos estos días y que tiene un ambiente muy divertido de gente viajera. 

Siem Riep es una ciudad ubicada en el noroeste de Camboya y su gran fama, por la que todos los viajeros vienen has aquí, radica en ser el punto de acceso a los templos de Angkor, uno de los sitios arqueológicos más impresionantes y visitados del mundo.

Según llegamos, salimos a recorrer la ciudad, buscar sitios donde comer y visitar el mercado local que tanto nos gusta siempre. Hacemos también algunas compras y reservamos una moto que utilizaremos estos días para visitar Angkor, esperando que llegue la noche… ¡ya que tenemos una visita muy especial!

Y es que, uno de los motivos por los que hemos empezado por aquí nuestro viaje por Camboya ha sido porque así coincidíamos con la tía Chío, el tío Santi y los primos María, Chío y Santi visitando Angkor.

Quedamos la primera noche con ellos a su llegada, para darles un fuerte abrazo y cuadrar para mañana una de las visitas que más nos apetecen de este viaje sin duda.

Estamos un total de 3 días visitando este complejo arqueológico y podríamos habernos tirado otra semana entera más. Para ello, compramos la Angkor Pass, la cual puede ser para 1,3 o 7 días y que te permite entrada ilimitada durante los días correspondientes, tanto al complejo de Angkor como a otros templos que se encuentran en los alrededores de Siem Riep.

Angkor fue la capital del Imperio Jemer desde el siglo IX hasta el siglo XV. Durante este tiempo de apogeo, fue uno de los centros urbanos más grandes y sofisticados del mundo, con una población estimada de un millón de habitantes (comparada con el Londres de aquella época que acogía solo a 20 mil).

Hoy en día es uno de los complejos religiosos más grandes del mundo, con más de mil templos en su interior. De todos ellos, os vamos a contar cuáles son los más conocidos y los que nos han resultado más especiales a nosotros.

La joya de la corona es el templo de Angkor Wat. Éste es el templo más grande y mejor conservado del complejo. Fue construido en el siglo XII durante el reinado del rey Suryavaraman II. 

De él destaca su impresionante fachada con cinco torres en forma de flor de loto. Además, conserva numerosos bajorrelieves, los cuales representan escenas épicas del hinduismo y la historia jemer.

Aunque originalmente fue construido como un templo hindú dedicado a Visnhu, posteriormente fue transformado en un templo budista. Esto mismo le ocurrió a varios templos del complejo ya que, una vez fueron abandonados por el Imperio Jemer, algunos fueron ocupados años después por monjes budistas.

Angkor Thom, considerada una ciudad fortificada, alberga varios templos notables en su interior, como es el Templo de Bayon, con sus icónicas caras sonrientes orientadas a los 4 puntos cardinales. Fue fundada en el siglo XII y sirvió como la última capital del imperio y como centro político y administrativo.

Otro de los templos más conocidos es icónicos de Angkor es el de Ta Prohm. Y es que, este templo tuvo sus minutos de gloria en Hollywood de la mano de Tomb Rider.

Fue un templo budista construido en el siglo XII y dedicado a la madre del rey Jayavarman VII. A lo largo de los años, el templo cayó en ruinas y fue devorado por la selva. Hoy en día, permanece medio derruido y la selva se ha adueñado de gran parte de él, con grandes raíces de árboles creciendo y abriéndose camino a través de las piedras.

Durante los 3 días en Angkor, siempre que tuvimos la oportunidad nos acercamos a disfrutar de este templo, especialmente a primera hora cuando todavía no había prácticamente gente. 

Según entras por su gran puerta principal, sientes como te trasladas a un mundo donde la civilización y la naturaleza se entrelazan de una manera impresionante. Es un lugar donde sentarte y dejar pasar el tiempo en silencio, para admirar la grandeza y fuerza de la madre naturaleza.

Para el final dejamos el que fue el templo que más nos sorprendió y nos gustó junto con el anterior y del que siempre procuramos sacar tiempo para disfrutar de él.

Preah Khan o el templo de la Espada Sagrada es uno de los más grandes templos de Angkor y, al igual que en Ta Prohm, la naturaleza ha reclamado su lugar, abriéndose paso con sus raíces a través de las piedras. Además, al estar un poco más alejado y fuera del que se llama “circuito corto de Angkor”, recibe muchas menos visitas, lo que lo hace todavía mucho más mágico.

Fue construido en el 1190 y es uno de los templos más misteriosos de todo Angkor… Cuenta la leyenda que este templo estaba custodiado por la Espada Sagrada, una gran espada de oro, que lo protegía de cualquier mal o peligro. Además, en su interior, había enormes tesoros, preciados metales y piedras y hasta una gran vaca de cuernos de oro.

De hecho, hoy en día, cada una de sus cuatro entradas (que se corresponden con los 4 puntos cardinales de N/S/E/O), está protegida por grandes figuras humanas armadas con grandes espadas.

Hoy en día, es fácil perderse en sus laberínticos pasillos y aparecer en un nuevo rincón en el que quedarte sentado, en silencio, simplemente disfrutando de estar ahí.

Posterior al siglo XV, el imperio jemer entró en decadencia y Angkor fue prácticamente abandonado en su totalidad. Este fue el momento que la jungla aprovechó para recuperar lo que era suyo y se apoderó de los templos, ocultándolos durante siglos.

Aunque las primeras referencias a este increíble complejo corresponden al fraile franciscano Diego de Escobar, misionero español que llegó a la zona en el año 1576, sería en la época colonial, s.XIX cuando, exploradores y arqueólogos europeos comenzaron a estudiar y documentar los templos de Angkor.

Nosotros hemos tenido la suerte de poder recorrer Angkor durante 3 días, incluyendo un amanecer de infarto en Angkor Wat, y nos hemos quedado con ganas de más, de mucho más. Angkor es un lugar totalmente mágico, que te deja sin palabras, que te traslada en el tiempo hasta aquellos siglos de grandeza y riqueza del Imperio Jemer.

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