Después de conocer el centro de Sri Lanka, nos toca hacer un estudio rápido de los lugares en el sur para decidir a qué zona de playa y surf nos dirigimos. Tras leer unos cuantos blogs de surfing y de viajeros, Hiriketiya será nuestro destino de mañana. Por delante 4-5 horitas de autobús local que apenas nos saldrá a 1,5 euros cabeza. 

El viaje a la mañana siguiente se hace bastante largo, pero al menos llegamos a nuestro destino a una hora decente. 

La verdad es que inicialmente cuando pensamos en como movernos por Sri Lanka pensamos en alquilar un Tuktuk. Habíamos leído que es una opción super buena y no muy cara. Nosotros nos decidimos por transporte local básicamente por el precio (es muuuucho más barato moverte en autobús y tren que cualquier otra cosa) y por las palizas en el Tuktuk al tener que recorrer largas distancias y no superar los 30 km/h.

Otra de las cosas que nos está sorprendiendo mucho es que nos está lloviendo bastante más de lo que esperábamos… obviamente sabemos lo que es un país tropical, pero esperábamos un poquito menos de lluvia por el centro de la isla, aunque por algo es taína verde jejejeje. 

¡¡Llegamos a Hiriketiya y la primera impresión es increíble!! Tiene unos aires balinenses pero sin estar completamente lleno… además cuando uno se da un paseo por el paseo marítimo va viendo cómo se están construyendo bares, casas y con un aspecto suuuper chulo. 

Así que después de dejar las cosas en nuestro hostal, nos vamos a dar una vueltecita, comer algo y ver la playa. Por desgracia, nos sigue lloviendo, asi que nos toca disfrutar desde una hamaca, pero bien tapadita. 

Toda la zona del suroeste es conocida por el surfing tanto para intermedios como para principiantes. Así que, a la mañana siguiente, prontito para aprovechar el día, Hiriketiya se lleva la decisión de un baño conjunto!! Scheherezade y yo nos vamos al agua a disfrutar de unas olitas y desempolvarnos un poco. La ola es bastante tendidita y, pese a que hay algo de viento onshore, al menos permite cogerse y disfrutar un poco. El precio del alquiler es de unos 3 euros por hora ( ya quisiéramos estos precios en Bali también…).

Tras un par de horas damos por terminado el surfing, que se salda con unos revolcones, unas olitas y algún amago de choque con otros principiantes y lo maaaas importante: hambre, ¡¡muuucha hambre!! 

Aquí entra otra de las cosas que nos llama muchísimo la atención de esta zona y es que hay una cantidad increíble de restaurantes super chulos (con precios un poquito más caros, obviamente), con comida del tipo poke bowl, sushi y demás.  Dado que llevamos un mes entero comiendo paneer tika massala estamos deseando cualquier otro tipo de comida, así que nos lanzamos a por un poke bowl de atún que nos sabe a pura gloria.

¡¡Obviamente después no nos queda más remedio que meternos un postrecito por donde podamos y pasar el resto del día tirados a la bartola en la playa!! 

Al día siguiente levantamos campamento y con otro autobús nos plantamos en Mirissa. Nuestro hotelito esta muy cerca de una ola a la que Carlos le tiene echado el ojo y la idea es estar por aquí 2-3 días para surfear. 

Nada más llegar vemos que Mirissa tiene mucho que ver con Hiriketiya, aunque luce un poco menos balines. A pesar de todo, la playa es espectacular y la derecha tiene muy buena pinta.

Justo enfrente Carlos encuentra un sitio de alquiler de tablas y, tras ajustar el precio, alquila la tabla por 3 días para intentar ponerse púo por la mañana y por la tarde-noche, para así, poder visitar algo (sin estresarse) por las tardes. 

Por la zona en estos días conseguimos ver un turttle point muy chulo y aunque la claridad del agua no acompaño mucho, al menos estuvimos un buen rato con una tortuguita muy simpática que tenía una pequeña patita amputada. 

Coconut tree hill: una ladera no muy lejos de allí que la verdad es que luce espectacular.

Y también aprovechamos para acercarnos a pasar el día a Welligama. Está a 15 minutos de Mirissa y tiene mucha fama de surf y de sitios chulos donde tomar algo y comer. Pese a todo ello, a nosotros nos gustó bastante menos que Hiriketiya y Mirisssa (ya sabes, para gustos los colores). 

Cuando estábamos acabando nuestros días en Mirissa, estuvimos a punto de alargarlo 2 días más, porque Carlos estaba muy contento con esa ola. Al final decidimos seguir los planes e ir a probar otra ola en Midigama, y la verdad es que acertamos de lleno, sobre todo hablando de la ola. 

En Midigama esta Lazy Left y Rams, dos olones de entidad. Sobre todo esta primera, que Carlos la pillo con tamaño y sin viento, cerrando la playa: bañazo. 

Ya en Midigama, nos dimos cuenta de que nos habíamos olvidado unas cosas en Hiriketiya. Scheherezade se ofreció para volver a la mañana siguiente en bus mientras Carlos se quedaba surfeando (más buena imposible ehh).

Aunque la zona prometía muchísimo de olas, por alrededor no tenía tantas cosas que hacer. Así que después de pasar un día enfrente de esos dos pedazos de olas surfeando decidimos cambiar de zona para nuestro último día en Sri Lanka: sería la zona de Unawatuna, que es un pueblecito más o menos grande, cerca de Galle (donde tenemos que coger el autobús que nos llevará hasta el aeropuerto) y que tiene unas playas muy bonitas. 

Ya en Unawatuna y como colofón de Sri Lanka, volvimos a tener la experiencia increíble de estar con tortugas ENORMES. Para nosotros las tortugas empiezan a ser como los elefantes pero en el mar. Nuestros animales favoritos. 

El regalo final fue una puesta de sol tomando una cervecita en un garito de rusos ricos, con piscinita infinita… de esos que en España no te atreverías ni a acercarte por el miedo a la clavada. 

Al día siguiente y tras hacer unas compritas, nos fuimos a Galle y cogimos el autobús directo al aeropuerto, donde nos quedamos en el “Airport A4 Transit Hub”: 100% recomendable. Solo decir que nos recibieron con una cervecita fresquita… Imaginaros.

Al final hemos estado 15 días en Sri Lanka y la verdad es que nos deja un sabor de boca increíble. Creo que para nosotros es una joya espectacular, del nivel de Tailandia, mucho menos explotada y con una cantidad inmensa de cosas por hacer. Creo que es fácil decir que puede estar en el top 2/3 de toda Asia. 

Recomendamos este viaje a todo aquel que quiera un viaje súper completo, con playas, trekkings, animales, safaris, montañas, cultura, templos, prados verdes y sobre todo muyyyy buena gente. 

Blog de WordPress.com.